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viernes, 30 de marzo de 2012

Después del silencio...

Sam Cooke en el estudio.
 He regresado del silencio de mis pasados días y ahora necesito un poco de música. Una necesidad perentoria, más que para mis oídos, para esa otra melómana que llevo dentro, el alma.

Y, ¿a quién recurrir en un momento así en el que se necesita, no sólo un simple murmullo de arte, sino una muestra de mayor rotundidez?...Pues a aquel chico de Chicago que creció para asombrarnos con su voz, para equiparar nuestros oídos a nuestra alma, para satisfacer a todos aquellos como yo, inconformistas, idealistas, puristas,…de la música.

Sus orígenes rememoran las viejas congregaciones de iglesias afroamericanas, excitantes y conmovedoras. Miembro, primero, de Highway QCs (un grupo juvenil y aficionado) para dar luego el salto a su establecimiento en el circuito del Gospel de la mano de los Soul Stirrers, su escalada se completó con su paso a la música (como se llamaba por entonces a la música de nuestra era) ‘secular’. Aquel escalón fue un paso traumático, ofendió a los que le veían como el estandarte de aquel género cerrado y exclusivo; pero también decisivo porque supuso el conocimiento de su arte por parte del gran público.

Oh, aquel sencillo titulado ‘You Send me’ fue un cometa que surcó los cielos discográficos para dejar a todos anonadados.

A partir de entonces, SAM COOKE hizo historia y cimentó un legado de canciones imperecederas, tarareadas hasta la extenuación. Logró lo que ningún otro afroamericano consiguiera hasta entontes, ser venerado por blancos y negros, alcanzar la cima de las listas y, lo más importante, mantenerse firme y comprometido con la causa negra.
Nadie en el mundo de la música repara en halagos a la hora de resumirlo como el ‘Rey del Soul’, ‘El hombre que inventó el Soul’, etc.

 El ‘pero’ a esta historia, porque todo tiene un pero en esta vida, sucedió la noche del 11 de Diciembre de 1964 cuando Sam Cooke muere a la edad de 33 años tiroteado por la gerente de un hostal de Los Ángeles. Muchos vieron en aquel espantoso suceso el fin de una época y nos les faltó razón…Nunca más nadie lo ha podido igualar. Sin embargo, de sus cenizas han resurgido figuras como Aretha Franklin, Otis Redding, Marvin Gaye, James Carr,…para mantener el mito de su arte fénixmente vivo.

Suena Sam Cooke y su A Change is Gonna Come… ¡Decir de una cosa que es perfecta, quizás suene a presunción, pero y qué ocurre si realmente lo es!...

Buena vida a todos…Pues yo, en el seno de mis mujeres, ya la tengo.

Hasta luego.

Comunero y ateo...

A los miembros de la obra,
Constructores de la Iglesia,
Recuerden que sus avíos
Son de sencilla madera,
¿A qué vienen esos enseres
De la dorada materia,
Esos palacios burlados
Por cimentadas creencias?
¡Hipócrita, miserable,…!
Fehacientes reprimendas
Que merecen vuestras sedes
Y onomásticas verbenas.

El solar de libertad,
La Verdad como la Ciencia,
La Moral como la Ley,
Mancomunidad atea
Porque no fuese de nadie
Y que ni Dios la poseyera.

Río de luz y placer...

El río de luz. Frederic Edwin Church. 1877. National Gallery Art. Washington DC. USA.

Eres mi gloria y mi esperanza,
Eres mi gracia y mi laurel,
Eres el caudal de mi vida
Donde mitigo toda sed.
Y es que el primor o la pureza,
La beldad o la candidez,…
Son por ejemplo cuatro gotas
De ese torrente que es tu ser.
Porque bebes la luz del sol,
Es tu dorada brillantez
El cerco que realza en mis ojos
Mis verbos de amar y de ver.
Oh, mi bella niña adorada,
Que en gozo reviertes mi hiel,
Soy tu padre, amor, demudado
En río de luz y placer.

jueves, 29 de marzo de 2012

Huelga General...


Incendiarios de Justicia,
La verdad y la conciencia,
Digan ellos lo que digan,
Continúan siendo vuestras…
¡Huelga!

Valerosa población,
Qué pisáis sobre la tierra
Digna y noble del trabajo,
Defended vuestras parcelas…
¡Huelga!

Dignatarios del acero,
Nobles de la carretera,
Sólo una palabra os forja
Vuestras manos por cadenas…
¡Huelga!

¡Que quién os manda por ley
Es el pueblo que os gobierna,
Señores del ministerio
Aflojen ya sus carteras!...
¡Huelga!


miércoles, 28 de marzo de 2012

¡Saciar el alma en cada aliento!...

Leyendo a Werther. Wilhelm Amberg. 1870. Alte Nationalgalerie Berlin.

¡Saciar el alma en cada aliento!...
Felicitadme ya que amo
No más que la beldad sublime
Carente de perfil o rasgo.
La carne tiene un don efímero,
Se pudre y muere con los años.
Yo amo un espíritu glorioso
Que obvia a la muerte y al gusano.
Mi noble preferencia es ciega,
No viene de mis ojos glaucos,
Más bien tiene el origen mítico
De un corazón sensible y franco.
La amo por su verdad y calma,
Por su pericia y por su encanto,
Por su bondad y su respeto,
Por tanto que a sentir alcanzo…
Pues por mi amor entiendo al sauce
Que al río inclínase a besarlo,
Al manantial de la montaña
Que libra de la sed al prado;
Comprendo a la naturaleza
Alzarse en el desierto ingrato,
Entiendo a la ferviente ola
Dar a la arena un fresco abrazo.
Sí, porque ellos también soy yo
Al dar mi vida al entusiasmo
Que abre sendas y rompe límites,
Al vivir libre, enamorado.

martes, 27 de marzo de 2012

A juicio...

Paisaje con Orfeo y Eurídice. Nicolas Poussin.1648. Óleo sobre lienzo. Louvre. París.

Os concede mi razón
Este juicio rogado
Justo a esta hora en que me cito
Como un hombre afortunado.
¡Mi bien, mi dicha, mi alba!,
¿Merezco tan bello hado
Que surge mi vida envuelta
En virtud de vuestro amparo,
En favor de vuestro amor
Y en gracia de vuestro encanto?
¿Podré yo a tan cara deuda
Ofrecerle un justo pago
Con todo mi ser rendido
A vos y no verme escaso,
Siempre deudor y culpable,
Por vos, Hija del Parnaso?
Yo que soy el vulgar viento,
Yo que soy el triste canto,
Yo que soy el yermo eco
¿Cómo a vos verme igualado
Si sois la fragante brisa,
Si sois la lira de Erato,
Si sois la luz de la fuente,
Y sois la voz del Oráculo?
¡Oh, inmerecida fortuna!,
¡Extraordinario hado!,
¿Será que sólo la muerte
Pueda ser mi justo pago?
Si por acaso así fuera,
¡Oh, admitiré tal recargo!
Mas piedad para este pobre
Que hasta igual merece tanto
Por llevar su vida en carga
En tanto fue un pobre diablo.

lunes, 26 de marzo de 2012

Puertas...

Puerta del paraíso en el Baptisterio de Florencia. Lorenzo Ghiberti. 1452. Renacimiento.

Muchas puertas ha habido en mi vida después de aquella puerta de mis albores, a través de la cual accedí a una sala de infancia e inocencia, a un lugar de juegos y de recreo y a un aula de enseñanza elemental y de vivo entendimiento. Cruzar aquel umbral siempre me ha producido una agradable sensación retroactiva de paz y de regocijo, habida cuenta de que aquella estancia supuso para mí probar las mieles de la existencia, la dulzura del ánimo y la melaza de la aprobación de todos mis deseos. Pero, sin embargo, aquella puerta tenía otra cara plomiza, contraria a la fachada dorada de la que hablaba, que traía aderezada, invariablemente, la amargura del tiempo, la distancia y la añoranza y el inexorable hecho de que, aunque todos la hemos abierto, todos también la hemos cerrado en algún momento.

Oh, puerta dorada y principal,
Cerrado e impotente desconsuelo
Me asola por descuidar tu llave
Y consentirla en manos del tiempo.

A partir de entonces, los tres huéspedes que me trazan el rumbo, mi alma, mi corazón y mi mente, han ido abriendo puertas, sin tiento alguno, muchas de ellas ingratas: qué he de contar de todos los errores que he cometido, tan flagrantes y empecinados, que me han marcado este lugar en mi vida, esta isla (la de mí mismo) que hasta hace apenas un par de años no ha sido, precisamente, un paradero para esa “x” que siempre marca la situación de un tesoro.
 Algunas otras puertas, han sido duras, una vez abiertas, dado su fuerte encomio y mi profundo encono para con ellas. Recuerdo, primero, la puerta que se me abrió para encerrarme en la muerte de mi abuela. Aquella fue una cerrazón inolvidable de lágrimas y de pena. Luego la que trajo la muerte de mi abuelo, una puerta que traspasé para encontrarme con un vertedero de agrias sensaciones y, entonces, otra puerta, aún si cabe (por permanecer tan largo tiempo abierta) más virulenta, la de mi padre, que me ha alojado en un complejo de alcoholes sin-sabores.
Otras puertas fueron, en cambio, más predecibles,… Las unas hipócritas, las otras mendaces, las éstas miserables, las aquéllas odiosas… Y es que…

El mundo es un castillo lúgubre,
De tétricas y viles formas,
De abominables criaturas
Y de agonizantes mazmorras.

Sin embargo, hace ya más de dos años, abrí una puerta, la abrí de par en par y con tanta fuerza que creí que la quitaba de sus goznes (como un tornado mismo). Y es que aquella puerta traía el calor y el color a mi vida…Puede ser que no viviera en Arkansas, ni que tampoco me llamara Dorothy,…Pero sí que es cierto que vivía en blanco y negro, como ella; y que no fue hasta que encontré el amor de estas preciosas criaturas (mi amada esposa y mi hija) que no supe lo que era un mundo de placer multicolor, lo que era la alegría como un prisma de todas mis emociones o la pasión como un sol que alimentara una naturaleza viniendo a la vida de forma respetuosa, apacible y abnegada.

Oh, puerta de entrada a un templo
De helénicas proporciones,
Sois el Museo de mi Alma
Y el Hogar de mis Amores.

Quiero acabar este texto, no sólo mostrando mi júbilo en prosa y verso, sino también en canto. Por eso, no veo mejor ocasión que ésta para entonar la inolvidable canción que cantaba aquella triste y soñadora niña que supo que vivir y soñar eran lo mismo, al fin. (Igual que lo supe yo)

Así es nuestro cantar:

Somewhere over the rainbow
Way up high, 
there’s a land that I heard of
once in a lullaby.

Somewhere over the rainbow
Skies are blue, 
and the dreams that you dare to dream
really do come true…

viernes, 23 de marzo de 2012

¡Duerme! (Nana)


¡Duerme, amor mío, duerme…!
¡Duerme, flor de mi vida…!
Ahora que también nuestro sol duerme.
Ahora que tu madre está dormida.

Sueña con duendes y hadas,
Con el cantar del poeta,
Con el cri cri de los grillos,
Con el zzz zzz de las bestias,
Con el frufrú de las dríades,
Y con la luz del cometa.
Sueña qué sueña un delfín,
Sueña qué sueña una abeja,
Sueña que nadas y libas
Y que eres libre y que vuelas.

Sueña el color de la vida,
El de la fruta en las huertas,
El del pétalo en las flores,
El del pasto en las praderas,
El de la nube en los cielos,
El del sol sobre la tierra,
El de la luna en los mares…
Y si quieres más recuerda,…
Toma el amor a la vida
Que un arco iris colorea,
Para que puedas ver todo
Con los colores que quieras.

¡Duerme, amor mío, duerme…!
¡Duerme, luz de mi vida…!
Ahora que también la luna duerme.
Ahora que tu madre está dormida.

lunes, 12 de marzo de 2012

Una vez que fui a Navarra...

Una vez que fui a Navarra…
Vi un sujeto sorprendente,
Mansa mano en la guitarra,
Voz pulsada e inteligente,
Formal con brazos en jarra,
Luego en abrazo sonriente.

Una vez que fui a Navarra…
Vi un suceso sorprendente,
En esa tierra bizarra
De Bardena y simiente
Hay una cuesta socarra
Que hace ilusión a la gente.

Una vez que fui a Navarra...
Supe de aquesta promesa
‘Por su fiesta o por su parra,
Por su casa o por su mesa,
Todo navarro les narra
Que ya siempre se regresa’.

sábado, 10 de marzo de 2012

Staffa

 En mis viajes (¡qué bien suena!) he tenido la fortuna de encontrar aquello que andaba buscando; no obstante, tal apreciación por mi parte, es importante matizarlo, no tuvo nada que ver con la suerte sino, más bien, con la premeditación…Y es que hay lugares para mí tan caros (¡pero son tantos!) que una vez de cuerpo presente allí, puedo afirmar aquello tan manido (pero no tantas veces tan acertado como en este caso) de que “hago realidad mis sueños”. Algo tan sencillo como poner mis pies (y debo decir, poéticamente mi alma y mi corazón) en ciertas latitudes, supone para ese sistema límbico de mi cerebro una sobrecogedora experiencia.

 Os hablaré aquí de una pequeña isla, la isla de Staffa. Una de las islas Hébridas situadas al Oeste de Escocia. Allá me dirigieron mi amor (mi inseparable esposa) y dos parejas (dos excelsas simbiosis humanas y dos sinónimos de amistad) en el verano de 2010. Sólo pensar, cuando íbamos embarcados en un pequeño bote en dirección a la isla, que estaba a escasos metros de pisar la isla me producía una excitación semejante a la que pudieron sentir aquellos conquistadores de antaño, cuando luego de avistar nuevos mundos, se disponían a profanar aquella tierra virgen.

 Pero, y ¿por qué tal excitación? Pues es muy fácil…A lo largo de los años, ese pequeño porción de tierra circundado por unas bellísimas formaciones de basalto (roca ígnea volcánica abundante en la tierra pero también presente en la Luna o en Marte, así como en los meteoritos) que, por cierto, a mí me recordaban (¡soy imposible!) a las teclas de un piano telúrico, ha sido visitada por varios favores del arte humano que han elevado la condición de su nombre a un sinónimo de ‘arte’, de ‘magia’, de ‘mito’.

 La Gruta de Fingal, ‘la boca de la isla’, es asimismo el referente, la especialización sobre la que aquellas almas inspiradas forjaron unas obras fascinantes y gloriosas que llegarán desde el siglo XIX hasta nuestros días con el mismo eco magnético que sentí en mis adentros, hipnotizado, ante tal prodigio de naturaleza.

 Felix Mendelssohn, el extraordinario joven compositor alemán, viajó por toda Escocia y visitó la isla en 1830. Se debió de sentir traspasado de parte a parte en su ser emocional (me lo puedo imaginar fácilmente) que al poco, mismo aún sobre la isla, su plectro asacó un poema sinfónico excitante, sublime que tituló Die Hebriden o Las Hébridas y que significa uno de los laureles de la música de todos los tiempos.


De igual forma, Joseph Mallord William Turner, el milagroso pintor inglés, visitó la isla en 1832 y de esa experiencia, surgió una pintura de desabrida y subyugante atmósfera vista desde el interior de la Gruta que deja muy a las claras la abstracción romántica que dicho lugar producía en todo aquel individuo mínimamente sensible.

Staffa.La Cueva de Fingal. J.M.W.Turner. Óleo sobre lienzo.1832. Yale Art Gallery.USA.
Staffa fue una visita que jamás olvidaré. En mis oídos sonaba la música de Mendelssohn, en mi retina se reflejaba la pintura de Turner y, así como muchos otros artistas, supe lo que es ver y oír el mundo desde la Gruta de Fingal.

viernes, 2 de marzo de 2012

Soneto 2º

No me llevéis al frente, hermano, a un lado
Dejad que duerma el polvo en mi escopeta;
Que la carcoma suma a este soldado
Y su fin sea ser anacoreta.

Que yo no dicto iniquidad ni enfado,
Que sólo dicto humanidad asceta
En la naturaleza como estrado
Desde donde os suplica este poeta…

Dejadme con la lucha de la cría
Que abre alas a la vida; con la abeja
Obrera, con su esmero y su porfía…

Con la existencia armónica y pareja
A la abeja que a reina igual corteja
Como pasa entre flores todo el día.