Hombre con una azada. J. F. Millet.1860-1862 |
El
arado y la siembra de la tierra
Son
pulsos de tu corazón, labriego;
Son
pruebas de que con tu vida en guerra
Puedes
vencer como hombre sin talego…
Y
empero encuentras luego en tu posguerra,
Sin
sentido, a tu pueblo, sordo, ciego,…
Con
tu raíz cortada por la sierra
De
la ignominia, el chasco y el reniego.
Mas
yo te encomio al cielo de la raza
Humana
y a tu impar naturaleza,
Como
si al bosque fueras su secuoya,
Y
comparo tu brazo y tu coraza,
Tan
próvidos de ingenio y de braveza,
A
los célebres héroes de Troya.
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