“No soy
chileno, mas no me hace falta.
Yo soy un
hombre, igual que Víctor Jara.”
Era
abierto su camino
Pues iba
por ancha tierra,
La tierra
del hombre andino
Libre y
puro en toda sierra.
Era noble…
sin dinero,
Soberano…
sin corona,
Su valor…
un cancionero,
Su nación…
cualquier persona.
Era Chile,
patria amada,
Era
Amanda, amada madre,
Era Joan,
esposa amada
Y eran dos
niñas sin padre.
Era, al
son de una guitarra,
Una voz y
una canción,
Como la inmortal
cigarra
Del campo
y su población.
Era un
ruiseñor artero
Entre aquellos
cinco mil
Sonando siempre
sincero
Aun encima
de un fusil.
Era, es y será
su nombre
Un eco de
libertad
Y de paz
de todo hombre
A su
nacionalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario