Saturno devorando a un hijo. F. Goya. 1819-1823
Son
los versos de vuestras poesías
Como
las avalanchas en gargantas,
Estruendosas,
silbantes y terribles,
Que
sólo hieren y que sólo matan.
Son
las notas de vuestras melodías,
Unívocas,
unísonas y únicas,
Y no
son cítaras, flautas ni arpas
Los materiales
para vuestra música.
No,
será otro metal el que empleéis
Para ablandar
el alma de la turba.
Son
las palabras para vuestros textos
Miríadas
de vastas arrogancias,
Misivas
de unos dioses iletrados
De
una caligrafía tosca y basta,
Para hacer
comprender ese A-B-C
A
vuestros fieles: Asnos, Burros, Carcas.
Pero
vosotros, ecos de animales,
Como
aves prehistóricas carnívoras,
Vivas
deformidades sanguinarias,
Algún
día, veréis vuestra caída
Y yo
nada haré más que sonreír
Por ver,
por fin, la Historia bien escrita.
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