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martes, 30 de octubre de 2012

¡Oh, alegre ruiseñor!, ¡Oh, dulce alondra!

Pareja contemplando la Luna. Caspar David Friedrich. 1820



Hoy el pájaro del alba
No canta, sigue dormido.
El velo nocturno pesa
A fuerza de amor sumiso,
Pues una alondra le dio
Su corazón como nido
Y su cantar era grácil,
Muy bello su tono altivo,
Dulce reposo de un alma
Para celosos oídos
De amantes furtivos, lejos
De mundanales ruidos.
Artemisa le era fiel
A aquel ruiseñor rendido
Y por encantar a la alondra
Puso el estro a su servicio.
E hizo de su canto el feudo
Del más espléndido trino,
Cual si la lira de Apolo
Fuese un eco a tal sonido.

¡Oh, alegre ruiseñor!
¡Oh, dulce alondra! Conmigo
Vais como irían los padres
De la mano de sus hijos.

Y la luna bendecía
A aquellos dos pajarillos
Que entrelazaban sus alas
Y que estrechaban sus picos,
Ajenos al mundo ufano
De cazadores, bandidos,…
Que pululaban la noche
Sin trabar mejor oficio.
Oh, qué vulgar es el hombre
Comparado a un pajarillo
Cuando apela a su garganta
Para asomar el aullido
De las bestias, cual si un Trol
Fuese su mejor designio.
Mas, no teman, no me aparto
Del cuento con mis delirios.
No, pues mágico es el mundo
Que así les relata lírico,
Mi corazón entroncado
En el viejo paraíso,
Donde reluce el amor
En las vueltas del camino,
En lo profundo del bosque
O en el sauce junto al río.

¡Oh, alegre ruiseñor!
¡Oh, dulce alondra! Conmigo
Estáis como están los padres
Al cuidado de sus hijos.

Apurados por el sueño
Esos pájaros benditos
Contienen su voz al aire
De más gracia y beneficio,
Cual fragante aire de Delfos
Por los suspiros de Pitio.
Pero el silencio no impera
En este rincón divino,
Pues de la luna florecen
Las sílfides con motivo
De cantarles una nana
A aquellos dos pajarillos;
Como un regalo a su amor,
Allá en su cobijo onírico.
Y de aquella rama cuelga
El sueño de dos queridos
En espera de cúal fruto
Servir al buen apetito
De algún poeta con hambre
Tras su vagar vespertino.

Y así cantaba el poeta
De regreso en el camino:

¡Oh, alegre ruiseñor!
¡Oh, dulce alondra! Conmigo
Estáis como están los padres
Contando un cuento a sus hijos.

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